Pensando en el dolor que ha traído a nuestras vidas la pandemia de COVID 19, han habido una serie de fuerzas que han desembocado en nefastos resultados. En primer lugar, la madre naturaleza nos recuerda que estamos indefensos ante su poderosa fuerza. En segundo lugar, debemos entender que, aunque sabíamos poco o nada sobre este virus, desde sus inicios el gobierno de los Estados Unidos hizo poco o nada para dar una respuesta eficaz al virus y mitigar su impacto en nuestras comunidades.

En tercer lugar, debemos denunciar las acciones negligentes de la administración de Trump que se ha concentrado, entre otros, en bloquear la respuesta ante el virus, promover la desinformación, socavar las voces de los expertos, y retener la ayuda estatal como rescate para promover sus intereses políticos.

Muchos han muerto durante esta pandemia, pero no todos debieron fallecer. En un acto de solidaridad, mi cuerpo silencioso hará una conexión simbólica con las víctimas del COVID 19, partiendo de la tradición del velatorio como última despedida de aquellos que partieron en soledad debido al contagio.